Adriana Morlett, desaparecida


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El Chaflan
04/02/2011, 12:54
Seguramente existen muchos casos asì, pero, sabemos de muy pocos...me tocó ver el reportaje (creo en Televisa), donde sus papás dejaron su ciudad de residencia y sus trabajos para ir a buscar a su hija.....en todo el mundo pasan cosas "similares", pero no deja de asombrar la facilidad que los delincuentes tienen para "esfumar" a una persona...

Fuente de la nota http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/88064

Aquí esta íntegra dicha nota:

MÉXICO, D.F., 3 de febrero (apro).- Frente a una desaparición, lo que parece invadir el alma es la angustia, la ansiedad, la zozobra, la congoja y un sentimiento de desesperanza y desesperación que crece en espiral.

Esa desaparición inexplicable, inquietante, nos coloca en un estado de desasosiego permanente. Es como si alguien hubiera quebrado toda racionalidad.

Desde el 6 de septiembre del año pasado desapareció Adriana Morlett, hace ya casi cinco meses. Ella dejó de estar, caminó a un no sitio, a un sin lugar, convertida en humo y sin señales de vida, como si se la hubiera tragado la tierra, llevada por el viento, evaporada y ausente.

Adriana, con 21 años de edad, no volvió a casa. Vivía en la ciudad de México, con su hermano, desde hacía poco menos de un año.

Ese septiembre, luego de ir a recoger un libro a la biblioteca central de la UNAM, se citó con Mauro Alberto Rodríguez Romero. Pensaba ir a casa a ver unas películas, pero después de salir de la biblioteca, filmada por las cámaras de seguridad, simplemente se eclipsó. Se sumergió en este océano de la violencia que parece ser la imagen de México. Lo extraño es que días después, el libro que pidió prestado regresó a la biblioteca, y nadie sabe cómo.

Estudiante de la Facultad de Arquitectura, Adriana se había citado con amigas y amigos para tener una velada estupenda. La esperaban a las 8 de la noche, pero no llegó. Ella fue a la biblioteca a las 7 de la noche, no tardó nada en gestionar el préstamo, y ya en la puerta de salida sonó su celular, era Mauro Alberto, hoy escondido, atrapado por quién sabe qué saberes sobre su amiga.

Por supuesto que las autoridades encargadas y responsables de investigar, de encontrarla, no han explicado nada. La desaparición de Adriana está en la impunidad y sus padres viven con ese desasosiego de la desesperación y la zozobra del no saber, del no entender.

Se han dado cuenta del significado de la palabra impunidad que asola a nuestra realidad, esa impunidad que nos cubre y nos hunde todos los días frente a la injusticia y la desgracia.

Hace menos de una semana que la diputada Teresa Incháustegui, de la Comisión Especial de Feminicidios de la Cámara de Diputados, reveló que el Registro Nacional de Personas Extraviadas de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP) documentó, en la última década, la desaparición de 676 mujeres.

Los datos son siempre ilustrativos, pero atrás de cada una de esas 676 mujeres hay una vida, una historia, una gama de afectos, un cúmulo de experiencias y expectativas, de planes, de ilusiones.

Según la SSP, de las 676 mujeres reportadas como desaparecidas, 64.2% son mujeres de entre 10 y 24 años de edad, es decir, niñas y jóvenes.

Adriana está en la estadística, pero está en un no lugar, borrada, desvanecida en el mar de expedientes. La diputada Incháustegui, campechana y politóloga, dijo que el número de mujeres desaparecidas tendría que ser un asunto importante para la sociedad, esa masa informe que se debate en el día a día de las preocupaciones urgentes: trabajo, salario, seguridad e integridad individual.

La desaparición de mujeres en México, la de Adriana, por ejemplo, es parte de los diferentes contornos de la violencia que se convierte en un tema, pero que no se resuelve ni se enfrenta por parte del Estado y la sociedad; que se nombra, pero no se confronta.

Leyes van y vienen. Las desapariciones continúan inexplicablemente, sumidas en ese mar de amargura que desestructura familias, comunidades y país.

¿Dónde está Adriana? Seguro que es la pregunta cotidiana con la que le amanece a su madre, a su padre, a sus más queridas compañeras y amigas.

Es evidente que las autoridades federales incumplen su responsabilidad, no dan señas de eficacia, porque las desapariciones, esas que a nadie le importan, más que a las familias, como las organizadas en Coahuila o las tan antiguas buscadoras de hijos e hijas del grupo Eureka de la senadora Rosario Ibarra, no tienen respuesta.

Hace algunos días, la agrupación feminista Pan y Rosas lanzó un pronunciamiento sobre la desaparición de Adriana Morlett Espinoza y ha gritado fuerte: ¡La queremos de regreso!

El amigo de Adriana, explican las mujeres de Pan y Rosas, identificado como Mauro Alberto Rodríguez Romero e inscrito en la Facultad de Psicología de la UNAM, no explica si se encontró con ella, y lo grave es que no se tienen más datos, porque el estudiante, ante el temor a pasar de testigo a indiciado, primero evadió dar cualquier explicación, y cuando finalmente se decidió a dar información, se mostró renuente, argumentando que no quiere ser un “chivo expiatorio”.

Dio dos versiones de los hechos: en una aseguró que al salir de la biblioteca, Adriana lo quiso acompañar hasta su casa “por tener una atención” con él, y que en cuanto llegaron él sólo dejó su mochila y la acompañó a tomar un taxi. Después dijo que fueron a su casa, porque Adriana quería ver un sofá que le iba a comprar y que posteriormente la acompañó a tomar el taxi.

Lo único cierto, cinco meses después, es que la investigación está estancada, ya que Mauro Alberto acudió a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal para interponer una queja contra las autoridades de la Fiscalía Antisecuestros, pues, según él, ha sufrido actos de intimidación y lo han interrogado sin estar plenamente identificados como personal de la fiscalía o sin las órdenes judiciales correspondientes. ¿Y las autoridades lo dejaron libre?

El padre y la madre de Adriana, que vivían en Guerrero, dejaron casa y empleo y dedican todo su tiempo, como parias, a buscar a su hija desde hace meses.

Ellos, como muchos ciudadanos y ciudadanas, hacen por vía libre sus investigaciones, frente al casi nulo avance de las pesquisas que deben realizar las autoridades.

Se ha podido precisar que Mauro Alberto prepara un recurso psicológico que anule sus probables declaraciones. Es decir que ¿no ha declarado? ¿Por qué pretende preparar este recurso psicológico de perder la memoria? Los padres de Adriana cuentan eso, que la familia de Mauro Alberto se los ha dicho. ¿Dónde está la autoridad? Pan y Rosas no se explica: el mar burocrático o la falta de todo, ¿no se sabe? Esto es, ¿se ha oscurecido el contexto, las autoridades están muy ocupadas, no funcionan las oficinas judiciales o qué pasa?

El caso de Adriana muestra el desprecio que sobre la vida de las mujeres tienen las autoridades y aparece como única verdad la impunidad. Las militantes de Pan y Rosas sostienen que esta es una forma de violencia contra las mujeres, ya que los responsables de investigar la desaparición sólo dicen: “No tenemos nada".

Lo irracional es que el marco legal que nos rige establece que tras una desaparición, la búsqueda no se inicia hasta 72 horas después, cuando la experiencia –como sucede en Ciudad Juárez– muestra que las primeras horas, después de la desaparición de una persona, son cruciales. Lo asombroso es la pasividad, a pesar de pruebas, como el que “alguien” regresó a la biblioteca el libro que Adriana sacó, sin haberlo reportado, o ante llamadas como la que recibió la mamá de Adriana, de que la tenían privada de su libertad para prostituirla, llamada que se realizó desde un teléfono público de la delegación Gustavo A. Madero, pero que los policías “no pudieron localizar”.

Hoy las mujeres organizadas gritan: ¡Devuelvan a Adriana!
saralovera@yahoo.com.mx

SR20 ADRIAN
04/02/2011, 13:02
no hay fotos de adriana asi comprendermos mejor el caso!

the 620
04/02/2011, 13:03
pues la verdad ya no sabes ni a quien creerle

Chilakil
04/02/2011, 13:03
ya tiene rato esa madre mal pedo siempre las mujeres son las mas vulnerables pinche gente de mierda

El Chaflan
04/02/2011, 13:05
http://adrianamorlett.wordpress.com/

pillo80
04/02/2011, 13:09
tristemente es uno de los muchisimos casos de inseguridad e impunidad que prevalecen en nuestro país. Cuando la gente dice que la culpa es de nosotros mismos y no del gobierno, en estos casos te preguntas, que podria yo hacer??? votar por otro??? casi todos son la misma mamada, apenas estan ganando la eleccion y ya estan pensando en la siguiente pa seguir con el poder.

A lo mejor necesitamos exigir como lo están haciendo en egipto.

Hannibal
04/02/2011, 13:11
algo que ayudara a entender lo sucedido!


Adriana Morlett, estudiante de la UNAM, desapareció el 6 de septiembre y sus padres han emprendido una búsqueda en redes sociales y medios de comunicación para dar con su paradero.

Hasta ahora, la familia tiene pocas pistas que les permitan encontrarla. Han asegurado que no se trata de un secuestro, pues no hay rescate de por medio.

De acuerdo con la averiguación previa FCY/COY/T2/1778/10-09, de la Fuerza Anti Secuestros (FAS) de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), a la que EL UNIVERSAL tuvo acceso, son cinco los datos fundamentales que se tienen de Adriana del último día en que se le vio.

1 El 6 de septiembre, el día que despareció, Adriana sacó de la Biblioteca central de la UNAM el libro "Arquitectura, teoría y diseño de contexto" del arquitecto Enrique Yáñez. Es el último registro documental que se tiene de ella.

2 De acuerdo con Mauro Rodríguez, uno de los amigos de Facebook de Adriana, ella abordó un taxi en la colonia Santo Domingo, fuera de la casa de Rodríguez, entre las 20:30 y las 21:00 horas.

3 A la casa de Rodríguez llegaron en Metro. El 20 de septiembre, el apoderado legal del Sistema de Transporte Colectivo señaló que no es posible proporcionar videos de Adriana en el Metro "en virtud de que el material se almacena sólo por siete días".

4 De acuerdo con la averiguación previa, el 26 de noviembre Mauro Alberto Rodríguez promovió un amparo penal para protegerse de las investigaciones ante el Juez Segundo en Materia de Amparo Penal, "pero al no haber privación de su libertad u orden de aprensión en su contra, el beneficio le fue negado".

5 La FAS continúa el proceso de investigación, en específico el análisis de las declaraciones de padres y testigos, así como la reconstrucción de hechos y el seguimiento en las redes sociales que frecuentaba Adriana. Su paradero aún es un misterio.



http://www.eluniversal.com.mx/graficos/imagenes/morlettbuena.jpg


Información de Adriana
Nombre: Adriana Eugenia Morlett Espinosa
Edad: 21 años
Complexión delgada
Estatura: 1.60 metros
Tez morena clara
Cara redonda
Frente amplia
Nariz pequeña
Boca chica
Labios regulares
Cejas semipobladas
Mentón ovalado
Ojos café oscuro y medianos
Cabello Negro, ondulado y largo
Señas particulares: Tiene un lunar en la axila
Ropa que vestía el último día que se le vio: pantalón de mezclilla azul, suéter rosa, tenis blancos con rayas rosas y bolsa de flores rosas
Informes: teléfono 55 54 81 57 y correo electrónico adrianamorlett@hotmail.com

rul16v
04/02/2011, 13:13
A lo mejor necesitamos exigir como lo están haciendo en egipto.

todo queremos que lo resuelvan los demas aqui en mexico

espero que salga pronto

Black Harrier
04/02/2011, 13:14
Es uno de los tantos casos en México, ah pero no tuvieras influencias porque aparecen "rápidamente"

HADESJCJC
04/02/2011, 13:14
Tan facil como darle una calentadita al wey y despues dejarlo colgado en algun puente, total a nadie le inquieta un muerto mas, un muerto menos, Pero si a los asesinos confesos los dejan libres, ahora a este cuate que fue con CNDH, ya parece que le dan beca en el extranjero para salvaguardar su integridad, asi platicadito todo apunta a este fulano, pero esta la contraparte de tanto inocente en el botellon.

Ni hablar, la paranoia y el miedo siguen siendo las mejores medidas de supervivencia en este pais.


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